TRAVESIA 5 ISLAS URUGUAYAS
Relato y fotos Aníbal Costa
Relato y fotos Aníbal Costa
Esta travesía comenzó a rondar en mi cabeza después de leer el libro “Tres muescas en mi carabina” de Carlos María Domínguez, que cuenta la historia de cómo el tano Lafranconi se afincó en la Isla Juncal frente a Carmelo y posteriormente narra las vivencias de sus hijos, mas específicamente la de Julia Lafranconi que en definitiva fue la gran habitante, por años de la Isla Juncal
Todo comienza el miércoles 26 de enero de 2011 , armando los bártulos indispensables en casa, cargando el auto y yendo a dormir a las 20.00 para poder levantarme a las 03.00 y estar a las 04.00 en el Club
Ya en el CRNBE sacamos los kayaks de las camas y comenzamos con la ceremonia de acomodar todo los elementos.
A las 05.00 ya tenemos los cinco botes listos para zarpar y los seis integrantes de la travesía ávidos por remar.
De a cuatro para no matarnos, llevamos los dos Churrascos y los dos yámanas a la playa y el doble lo cargamos entre los seis.
A las 05.36 comenzamos con la travesía Verónica ( Weir Churrasco); Clarita (SDK Yámana); Roberto (Weir Churrasco); Marcos y Leo (SDK doble ) y yo Aníbal (SDK Yámana)
Paraná a favor sin viento, agua muy caliente, todavía de noche con los reflejos del amanecer, cruzamos en diagonal e ingresamos al Carabelas.
Como no podría ser de otra manera el Carabelas estaba en contra, y las costas estaban muy bajas, remamos a buen ritmo hasta el Canal 5 y hacíamos conjeturas, si el cinco estaría a favor o en contra.
Ya con sol de frente, sobre el canal cinco, remontamos la suave corriente hasta la boca del Arroyo Grande, en parte oculta por una gran casuarina que cayó sobre el agua.
A las 08.45 desembarcamos en una casa abandonada en el Arroyo Grande, termo, mate, escones con dulce de leche y galletitas. Ese fue nuestro desayuno.
09.25 nuevamente en el agua, ahora hay que remar hasta la hora del almuerzo y estimamos llegar hasta el guazú de un solo tirón.
El A. Grande fue quedando atrás sin pena ni gloria, como siempre es largo y monótono, pero con solo pensar que evitamos el Arana, ya nos alegraba las caras. Varias veces durante la mañana, nos tiramos al agua para refrescarnos.
Llegamos al Mini a las 12.00 y como estaba empezando a crecer el nivel del agua, la corriente, si bien no estaba a favor, era tolerable.
Tan tolerable era que en las curvas cortábamos en diagonal y encaramos siempre por el lado de los juncos, para tener aguas mas quietas.
Llegando al Guazú se nota la gran erosión sobre la costa del Mini, producto de la fuerza del agua que en época de crecidas arrasa con todo.
Son las 12.55 cruzamos el Guazú para evitar la fuerza de arrastre del Barca
Grande, pero notamos que la velocidad de avance no es la esperada, pasando la pala, vamos a no mas de 9 Km./h, yo esperaba por lo menos 11 o 12..
Ya en la orilla Entrerriana nos disponemos a almorzar, Marcos y Leo piden permiso a un isleño y desembarcamos sobre una costa de solo 15 o 20 cm de altura sobre el nivel del río. (Que estaba normal)
Cada uno saca su almuerzo y nos tomamos 1 hora para comer y descansar, En mi caso tortilla de papas y una latita de Heineken (bien merecida por estas horas) todavía bien congelada en el tambucho del yámana.
Clary con su parte de la tortilla de papas y una Pepsi y el resto de los integrantes degustando cada uno, las especialidades traídas a la travesía.
El almuerzo fue de 13.10 a14.05, acomodamos todo de nuevo y encaramos el Guazú aguas abajo.
Mientras paleamos imaginábamos con que nos encontraríamos en la Juncal. La gran incertidumbre era, si el lugar seria alto y si podríamos dormir con seguridad ante una crecida.
El GPS marcaba escasos 8 Km./h de velocidad y por momentos soplaba una brisa de frente del ENE que nos frenaba bastante.
A esta altura de la travesía, el doble llevaba a remolque una boya y un anzuelo encarnado para tentar a algún dorado, varios saltaron cerca nuestro, algunos de mas de 2 Kg., pero de pescar … nada!
Debido a que la única información que teníamos de la Juncal sobre su altura, era el relato del libro de Domínguez y como no esta habitada desde los años 70 presumimos que seria difícil encontrar un lugar apto para pasar la noche. Esto sumado a lo cerca que estábamos del Arroyo Naranjo, sirvió para que de común acuerdo decidiéramos acampar en el recreo que esta en Naranjo y Guazú
Subimos los botes a la isla y descargamos mate, salamines, pan, galletitas, gaseosas y cervezas, otras cervezas vinieron del almacén del parador, bien frías.
Marcos nuevamente intento pescar en el muelle y Clary practicó a “enredar” el señuelo que le armé en un árbol (los peces no vuelan Clary… jaja )
A la noche asado, la mayoría llevó manta de cerdo, chuletas o bondiolita, todo esto en la parrilla del parador, a la luz de una lámpara amarilla, que no alumbraba un corno.
Luego de llenar la panza con una cena de lujo toda llevada por nosotros (todavía congelada en parte) nos fuimos a dormir.
Fuimos a los dormis del Parador, tiene unas camas marineras con colchones de espuma sabanas y acolchado, en la mía me hundí como en una hamaca paraguaya, pero Domi de un tirón.
Viernes 28 de febrero, las 5 de la mañana los gallos no dejan dormir mas a nadie, así que nos levantamos y armamos los botes para encarar el resto del viaje. Mate galletitas con dulce de leche y a remar.
A las 07.48 hs estamos en el agua, cruzamos del lado entrerriano y remamos río abajo con buena velocidad, 9 a 10 Km./h pasando la pala
Sobre la margen derecha se ven varias embarcaciones, cercanas a PNA de Guazú Guazucito, la antena es bien visible y de golpe vemos un kayak que remonta el Guazú sobre la otra margen. Estamos muy lejos para distinguir de quien se trata, ni siquiera podemos ver que kayak es, pero por la palada lenta y profunda se notaba que le costaba remontar el Guazú.
Llegamos a la desembocadura del Guazú en el Río de la Plata, encaramos al NE, apuntando a los últimos juncos antes del canal Martín García, y se suceden los saltos de bogas sábalos y dorados.
A nuestra izquierda todo el verde del delta Entrerriano y sobre nuestra derecha detrás de la juncal, la costa Uruguaya, Carmelo al Sur, Palmira al Norte y enfrente interminables dunas de arena blanca.
Ya estamos en el lateral de la Juncal, por el handy VHF vengo escuchando las comunicaciones de Guazú Guazucito, Palmira y Carmelo (todavía nadie nos busca..jaja)
Verifico la deriva del Canal Martín García y hacemos las correcciones para no pasarnos del punto marcado en el GPS.
En el medio del canal la corriente es muy fuerte y por momentos para mantener el rumbo establecido en el GPS, debemos apuntar al norte de la isla, siendo que nuestro destino esta de la mitad de la isla para el sur.
En el GPS Garmin marcamos la ruta y cuando navegamos en zonas de corriente, el GPS pone una línea de trayectoria que debemos seguir, esto en la práctica es como apuntar para un lado y navegar a otro. Por suerte tenemos esta herramienta que nos hace ahorrar esfuerzos innecesarios.
Llegamos a la Juncal son las 09.40. Encontramos el arroyo que aparece en la imagen satelital, pero la misma es del año pasado y este año esta tapado por camalotes. Ingresamos unos 50 metros y desembarcamos. La vegetación es muy tupida sobre la costa de unos 40 cm de altura sobre el río encontramos una plataforma de troncos que da para armar una carpa grande. También hay una mesa de troncos una pava morocha atada con alambre y una parrilla.
En el interior se ven caminitos de animales pero al no tener botas ni ropa adecuada no nos animamos a incursionar, es muy tupido hay que entrar con machete y mucho cuidado por las víboras.
A 200 metros al E, en el interior de la isla se ven árboles de gran porte, seguramente es el lugar de asentamiento de los antiguos habitantes (el Tano, Julia y sus familias)
Todos desfilamos por el lugar tomamos unos mates sacamos fotos saludamos a “Julia” y seguimos viaje al Sur.
En definitiva. Acampar si se puede, pero tenemos que estar seguro que no hay pronóstico de sudestada. Si nos agarra en la isla no queda otra que ganar altura con alguna plataforma de ramas, o subir a un árbol. Debemos olvidarnos de abandonar la isla con sudestada remando, el cruce es largo y el revoltijo debe de ser bien fulero.
Navegamos por el veril izquierdo del canal Martín García rumbo SE, hasta llegar a la boya de centro de canal de “Canal Sur Isla Sola” (ingreso a Carmelo)
Varios cruceros navegaban por el canal ingresando o saliendo de Carmelo, llegamos hasta tener la Isla Sola a nuestra Izquierda y con la antena de Prefectura Carmelo oculta por los árboles, rumbeamos para la misma. Las corrientes son raras en esta zona, navegando por el Canal M. García la corriente empujaba hacia abajo, y ya en el canal de acceso a Carmelo la corriente empuja fuerte por el eje del canal hacia el Este.
No desembarcamos en la Isla Sola. Por algo se llama Sola, con las piedras que tiene a flor de agua en todo su contorno, va a esta sola mucho tiempo. Un par estuvieron a punto de tocarme el kayak, De todas formas el grupo no tenía muchas intenciones de desembarcar en la islita, Clary desde un principio manifestó que quería seguir de largo, pero ante mi insistencia, fuimos a lugar, por lo menos para cumplir con el recorrido de las “5 Islas”.
Son las 12.10 dejamos atrás la Isla Sola y ponemos rumbo 190º, apuntando al medio de los Islotes El Matón. A la Izquierda y atrás va quedando Carmelo con sus casas y antenas y la PNU que nos “mira con prismáticos” jaja! El río esta tranquilo y la remada es placentera. Ingresamos a los islotes el Matón dejando el más grande a estribor y los chiquitos a babor. Debe de haber por lo menos 1 m de agua o más bajo el bote, recorremos el corredor que forman los islotes y encontramos un arroyo bastante oculto por la vegetación (camuflado).
La boca esta muy tapada pero después de recorrer unos 50 metros doblamos a estribor 20 metros y se ensancha. El largo total es de unos 600 metros con un ancho de 20m y profundidad de 30 a 40 cm fondo de algas y agua casi transparente, llegando al final dobla 200 metros a la izquierda y el agua es cristalina, solo que al palear removemos el fondo y se enturbia. Esta lleno de tarariras que escapan ante la presencia del kayak haciendo grandes borbotones de agua turbia.
Esta zona es el paraíso de los peces, esta lleno, saltan por todos lados.
Casi al final de arroyo, donde dobla, desembarcamos y almorzamos. Para no ser menos le dimos a una lata de Jurel en aceite, pan, cerveza Heineken, gaseosas, agua, caramelos etc. etc.
Saliendo del arroyo los primeros le pifiaron a la boca y quedaron enredados en la maraña de juncos…. Ya fuera sobre la costa de la isla se escuchaba el borboteo del agua en alguna cueva de barro, el ruido era como un chancho roncando.
Saliendo con Kayak de los Islotes tenemos que apuntar al SSE dejando las Islas Dos hermanas un poco a la Izquierda, esto es debido a un banco de arena en formación que si no lo esquivamos…lo caminamos!!
A mitad de camino entre Matón y Dos Hermanas ya podemos enfilar a la punta norte de la Hermana más grande, ya tenemos buena agua. Faltando 1500m ya podemos ver la escollera de piedra que será nuestro destino para desembarcar.
Rodeamos la escollera separados unos 100 metros para salvaguardar el bote de las piedras e ingresamos a la playa que esta detrás de la construcción de piedras.
Al arribar cuando faltaban unos 300 m me pareció ver gente tomando sol sobre la escollera…. Y pensé… “será como el perro que escuché ladrar el año pasado y después comprobé que no hay ningún perro en la isla” … pero no esta vez había gente. Un matrimonio de la ciudad de Dolores, Uruguay que con su lancha estaban pasando unos días en la solitaria isla. Estaban pescando, tomando sol y nadando.
Desembarcamos subimos los botes por entre las piedras a lugar mas alto y fuimos recibidos por nuestros amigos Uruguayos que amablemente nos ofrecieron todas las comodidades que contaban en el lugar.
Armamos las carpas, descargamos lo necesario de los botes y fuimos a recorrer un poco el lugar.
Para esta hora (16.00) ya se había levantado viento del SE y las olas mas las piedras hacían un ruido bárbaro, parecía el mar
Enrique el amigo Uruguayo que estaba en la isla contó que la noche anterior pescó un dorado mediano, bagres blancos y armados. Por lo tanto Marcos se puso en pie de guerra con la caña y los anzuelos para ver si variábamos la cena. Dorados había… uno de casi 2 Kg. se le escapó a Marcos cuando ya lo tenia sobre las piedras y a punto de manotearlo… corto la tanza y se fue
Nos convidaron con medallones de bagre fritos en grasa que estaban realmente exquisitos, nunca pensé que un pescado tan vulgar como el bagre fuera tan rico.
Un rato antes del anochecer recorrimos parte de la isla con Leo y Clary, GPS en mano caminamos casi 1.5 Km. y volvimos porque se hacia de noche.
Cenamos fideos Knor de los que vienen listos para meter en el agua….. Como mienten con el dibujo del envase…. Que porquería, no tenia nada te tuco ni condimento ni un corno. Es preferible un fideo común y una lata de salsa portuguesa…. Menos mal que quedaba cerveza y vino tinto… y pan y queso y salame y postre de vigilante… porque sino con los fideos…nos cacareábamos de hambre.
A dormir con ruido a mar. A las 4 de la mañana el río había subido cerca de los botes, pero estaban en una pendiente y bien atados por lo tanto a dormir de vuelta.
Sábado 29 (07.00 hs) desayunamos y emprendemos una recorrida por la isla, esta vez con intenciones de dar la vuelta completa. Arrancamos por la costa SE y se nota todavía la fuerza del viento que sopla fuerte. Toda la costa interior (unos 50 a 80 m detrás de la línea de playa) esta acorazada con escollera de piedra de granito y detrás de la misma, del lado interno de la isla queda un zanjón abierto lleno de agua con vegetación flotante tipo ciénaga, como las canteras de Marín García
Esto denota que durante muchísimos años la Isla Dos Hermanas (por lo menos la mayor) fue explotada para la extracción de granito, seguramente para el adoquinado de las calles de Colonia y otras ciudades Uruguayas. Hay quienes comentan que en el siglo XIX los presos de Martín García castigados eran enviados a Dos Hermanas a trabajar hasta morir en las canteras de Dos Hermanas, por lo que se supone que debe de haber cuerpos enterrados en la isla, o cementerios aborígenes.
En un punto del recorrido estuvimos a no más de 200 metros del casco de metal del barco hundido que esta entre las dos islas, pero debido a lo movido del río por el viento, no pudimos asomarnos a las piedras de la playa para verlo.
Para llegar a ese lugar me guiaba por la línea de playa (o el ruido del agua en la piedras) y el GPS, pero resulto divertido ver de la mitad del camino para adelante, una serie de botellas plásticas, insertadas en los árboles a modo de apacheta que señalaban el camino a “algún lado”, que se yo adonde ¡!
Emprendimos la vuelta y recorrimos ahora la parte norte, esta, está mas virgen sin tanta modificación por la mano del hombre, pude ver que la mancha que se ve en la imagen satelital es una gran afloración de granito que esta en el medio de la isla al norte.
Sobre la costa norte hay por lo menos tres playitas pero lamentablemente ninguna tiene arena son todas de piedra partida. No de canto rodado, son pedazos partidos de piedras de granito filosas.
Aves hay pocas algunas palomas, zorzal colorado y el canto de alguna garza Lo que si abundan son las arañas, para recorrer la isla no hace falta machete ni nada por el estilo. Si una ramita de mas o menos 1m para romper las telas de araña que se interponen por todos lados
Son las 12.00 hs del sábado y ponemos los kayaks en el agua, el viento amaino un poco pero sigue del SSE debe de esta soplando entre 15 a 20 Km. al principio parecía poco, pero al abandonar la protección de la isla se hacia notar.
La ola venia de frente y nos mojaba permanentemente hasta el primer tercio del recorrido fue divertido, hasta nos dimos el lujo de hacer un video saltando las olas en medio del cruce. El segundo tercio ya fue mas duro, tuve que remolcar a Clary porque el viento casi no la dejaba avanzar, al principio el GPS marcaba 5Km/h y ahora marcaba 4Km/h y si dejaba de remar automáticamente retrocedía a 3 o 4 Km./h pero en sentido contrario.
Cuando ingresamos al canal Martín García a la altura del KM 115 el río se puso fulero de verdad, las olas eran desordenadas con mucho desnivel y de un período muy corto, parecía que navegaba dentro de un lavarropas y cuando me pegaban de costado me viraban el bote casi 45 grados.
La verdad que no me puedo quejar del Yámana, tanto Clary como yo quedamos haciendo firuletes con la pala en varias oportunidades, pero siempre pudimos controlar bien el bote, un par de veces parecía que se daba vuelta, pero siempre la palada lo sacaba y navegaba nuevamente. No se podía dejar de palear, era una cadena de paladas para adelante para mantener el rumbo y la vertical
Video: Roberto Vilmaux y Leo Muratt
Llegamos a Timoteo y nos tiramos al agua a lagartear un rato y descansar, miramos el canal y parecía una hoya en ebullición y todo el Río de la Plata lleno de corderitos
En definitiva lo que se hace en 1 y ½ hs tardamos 3 y ½ hs (son 10 Km. )
Ya en tierra comprobé que todos los tambuchos estaban impecablemente secos, tanto los de mi bote como los de mi hija. En el cockpit tenia un poco de agua no mas de 1 cm con una esponja grande lo sequé en solo dos pasadas. El doble y los otros dos botes tenían bastante agua en el cockpit uno de ellos unos 15 litros. Todos teníamos cubres de neoprene, no se que paso que hicieron tanta agua con las olas.
Timoteo con turistas… en la costa norte un yate con tres matrimonios y un montón de chicos jugando en la orilla con las olas y haciendo pirámides humanas mientras la mama en tanga les sacaba fotos……..a los chicos.
En la costa Este un bote de pescadores, los mismos que vimos el año pasado con un montón de elementos para pasar varios días en la isla, hasta luz eléctrica, con grupo electrógeno y todo.
El viento soplo, soplo y recontrasoplo . Para cocinar a la noche tuvimos que hacer pozos en la arena húmeda y enterrar el calentador y la hoya. Creo que se hicieron tres pozos para calentadores y luego en uno de ellos armamos un fogón
Con Clary cocinamos arroz a los cuatro quesos, riquísimo con agua de río, mas cerveza más gaseosa mas agua, mates, postre y a dormir.
Las carpas estaban en lo más alto de la isla y entre los arbustos para que no se volaran. Despertador para las 05.00 y a dormir.
A las cuatro me levanto para mirar el río y sin nada de luz solo se escuchaba el ruido infernal de las olas en la la playa y la marejada río adentro. El viento seguía fuerte del E unos 25 a 30 Km.
Cuando sonó el despertador nadie se levanto. Todos sabíamos que con semejante rosca no se podía salir. A las 8.30 prepare unos mates y el viento había cambiado un poco mas al NE
Coordinamos con el resto del grupo que si amainaba un poco, juntábamos los botes y salíamos a vela hacia el pasaje petrel. Planificamos la maniobra y alistamos todo
A las 10.00 del domingo 30 estábamos todos en el agua maniobrando para juntar los botes y salir a vela
A los pocos minutos de zarpar y estando juntos los botes de Roberto Clary y el mío, notamos que el viento perdía intensidad, por lo tanto nos separamos y encaramos el pasaje Petrel a puro remo. A medida que llegamos a las Oyarvide, tenemos cada vez menos viento y el río se esta calmando.
En el Pasaje aprovechamos la corriente a favor y bajamos a unos 10 Km./h pasando apenas la pala
El los pozos de barca grande mediante el GPS y la línea de espuma blanca que se forma en el veril del canal aprovechamos la mayor parte de este y viajamos a buena velocidad
A la altura de los palos del Barquita, dejamos el canal del Barca Grande y encaramos la boca del Mini. En este punto empezó a soplar una brisa del NE que me permitió navegar a vela toda la entrada del Mini, hasta llegar al Diablito. Clary ató su cabo de remolque a mi bote y la vela llevaba a los dos a muy buena velocidad (hasta le sacamos ventaja al resto)
En esta oportunidad encaramos por un lugar nuevo, el arroyo “Diablito” que es paralelo al Diablo pero esta más al Este. Es de costas relativamente altas muy lindo y lo recorrimos todo a vela sin dar una sola palada los 5 botes. (Aguante la vela carajo)
Llegando a bajos del temor, hay que recorrer el Diablito por la izquierda ya que la derecha esta muy taponado.
Ya en el Río de la plata tenemos todos los edificios de la capital en el horizonte, bien chiquitos pero se ven. La primera parte de bajos del temor, el agua corre hacia el Oeste o sea a favor por el efecto de desagote del Barca Grande que trae mucho caudal y se expande en la desembocadura, pero ya después del arroyo Diablo hacia el oeste el que gana la pulseada es el Paraná a través del Sueco y el Durazno y la corriente se nos pone en contra.
Nos tiramos al agua en reiteradas oportunidades para combatir el calor y “despegarnos” del bote, las botellas de 2 y ¼ l de agua duran un par de horas y se terminan, y todavía no paramos a almorzar
Nos pegamos bien contra los juncos para evitar la corriente y nuevamente Eolo nos ayuda con la vela…. Todo el durazno a vela hasta el muelle donde paramos a almorzar.
Damos cuenta de los últimos panes y un salamín que quedaba entre la comida, preparamos unos mates con agua del río Uruguay que recolectamos en Timoteo y después de 45 minutos arrancamos de vuelta con la paleada.
En Timoteo, como quedaba poco agua potable, llenamos dos botellas con agua del río la cual después de hervir y dejar enfriar un poco sirve perfectamente para cocinar o para el mate.
Después del almuerzo (16.48 hs) el cielo se nubló completamente y amenazante.
Llegamos al Paycarabí y vimos por encima de los árboles como un gran barco remontaba el Paraná. Paleamos el kilómetro que nos separaba e ingresamos al Las Palmas que se mostraba relativamente tranquilo pero con la corriente en contra. (Bajando).
Comenzamos a cruzarlo en diagonal para quedar ya de la otra margen y no tener que encarar el cruce mas tarde sin luz. Como siempre un revoltijo de lanchas colectivo que los domingos a la tarde recorren los muelles en busca de los pasajeros que vuelven.
A la altura del Cruz Colorada vimos como los integrantes de “Bailando” estaban boludeando por la costa, tienen pileta, sombrillas, camaritas por todos lados y miran a los que pasamos en kayak como si ellos estuvieran presos.
Avanzamos a 4 o 5 Km/h y llegamos al Arias, mas lanchas y mas domingueros que vuelven con los yates. De vuelta encontrada la cruzamos a Juan que del Club, regresaba a su casa en La Serna y Durazno. Cayó la noche, prendimos luces, linternas frontales bajamos la cabeza y metimos pala, pala y pala.
A las 21.30 arribamos al CRNBE cansados de 11.30 horas arriba del bote con una sola parada de 45 minutos….. pero contentos.
Ver recorrido en el mapa
Ver recorrido en el mapa
Gracias por el paseo!! El libro de Domínguez me llevó a Google earth, una foto con la dirección de tu blog fue la vía para recorrer con uds estas islas. Excelente! Sigan remando y divirtiéndose!
ResponderBorrar