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30 mar 2016

MARTIN GARCIA 2016



Martín García 2016
11° Encuentro de kayaks


Este es el relato de una travesía, que por más veces que hayamos ido, siempre tiene cosas nuevas, nuevas alternativas, condiciones de rio cambiantes y acontecimientos fuera de lo común



Salimos tempranito del CRNBE, con Clari en los dos Franky Greenlander, son las 05.30 y damos comienzo a la navegación Paraná abajo.

PNA.,  durante la semana, había prometido la presencia para los despachos en el Club a partir de las 06.00 hs, pero también manifestaron que no era obligatorio la confección de los mismos, por lo que optamos por salir temprano.

Por margen derecha, fuera de canal, GPS prendido y a la escucha del VHF,  escaneando  16, 68 y 72. 

La visibilidad es óptima, la luna llena deja su reflejo sobre el rio planchado y no se ve ningún barco navegando, ni de subida ni de bajada.

A medida que aclara nos vamos mas al medio, para aprovechar la fuerte corriente que nos transporta a mas o menos 12 o 13  km/h.

Quedan atrás los ruidos de los remolcadores de empuje amarrados en wanabani, queda atrás la antena de Policía de Islas después del La Serna y  estamos casi llegando al Km 57.

Por la radio escucho que hay inconvenientes para los que están saliendo a esa hora del Club. Parece que la Prefe exige despacho a todos los palistas y hay que hacerlo en la dependencia, flor de despelote será confeccionar mas de 100 despachos y pretender estar en el agua al amanecer......

A medida que avanzamos se pierde la escucha con la radio y Escobar, por lo tanto no sabemos hasta la noche, cuando nos cuenten, que fue lo que pasó y retrasó a todo el grupo.

Llegando al canal El Sueco, nos recibe un amanecer espectacular, totalmente en calma y con un sol rojo que sube por el horizonte, entre árboles y alguna pequeña capa de nubes.


Enfilamos en diagonal y nos metemos en el Aguaje sin nombre o falso Sueco, entre las islas Nutria e isla Lucha. Hay un par de barcos fondeados y de uno de ellos emana un olorcito a tostadas que da ganas de abordarlo y manguear un par para el desayuno.....

Por supuesto que seguimos, bajamos la cabeza contenemos las ganas del pan con manteca y nos metemos de lleno en los Bajos Del Temor. El rio esta muy bajo, en algunos tramos tocamos con la pala abajo, no hay más de 40 o 50  cm, lo justo para pasar sin problemas. En estas condiciones, es imposible para otro tipo de embarcación que no sea un kayak.

Tenemos la boca del arroyo Diablito al frente y a la vista, a 7,5  kilómetros, a nuestro babor queda Punta Moran y la boca de arroyo Diablo, muy a lo lejos se distinguen dos o tres kayaks que están llegando al arroyo Diablo por la ruta de los palos. A estribor es todo agua, agua tranquila casi planchada, con el reflejo de los edificios de Capital, muy en el horizonte como levitando sobre la línea que separa el agua y el cielo. El silencio es total solo el sonido de la palada y de vez en cuando algún avión que despega de Aeroparque. 


El monte que está al frente es la boca del arroyo Diablito, es el último lugar con árboles, luego más a la derecha todo es agua, parece estar cerca pero el GPS indica que faltan todavía 3,5  km, a la velocidad que vamos es media hora más de pala.

El entretenimiento es buscar kayaks u otras embarcaciones en el horizonte, por el momento solo los tres que ingresan al A. Diablo y un par de lanchas muy lejos sobre la ruta de la Cacciola. Esas lanchas de pescadores, parecen helicópteros volando bajo, se las ve separadas del agua como si levitaran a causa de la distancia y lo espejado del Rio de la Plata.

Ingresamos al Diablito, está un poco en contra, poca cosa, rápidamente llegamos al arroyo del medio y un poco más adelante a la ranchada donde paramos a almorzar. Linda hora para almorzar, son las 9.15 hs  Hasta acá tenemos 34 Km y 3 hs 40 minutos de remo. 


A las 9.45 estamos nuevamente en los botes, cruzamos el Miní y costeamos los juncos que nos llevan a la desembocadura del Barquita, hay muy poca agua dos veces tuvimos que bajar del bote y caminar unos 20 o 30 metros para poder remar nuevamente, por suerte el agua es muy transparente y el fondo de arena se ve muy bien, vamos viendo el dibujo parejito que deja la ola en el fondo para distinguir alguna irregularidad dejada por la raya de rio que aletea y se oculta .... por suerte no apareció ninguna.  En este tramo dimos alcance a dos kayaks que luego se retrasaron en la varadura y los perdimos de vista. Muy atrás se veía un grupo numeroso, unos 10 o 12 botes que al ver que nos varamos se mandaron a la derecha, al medio de los pozos del Barca Grande, el resultado final fue que cuando llegamos al Petrel todavía no se veían, ni en el horizonte. Es sabido que el Barca Grande en ese lugar baja a más de 3 o 4 km/h  y frena a cualquiera.

A propósito seguimos navegando pegados al Boca falsa y luego hasta llegar al último montecito de árboles antes de la curva que nos da vista al Barca Grande. De esa manera nos aseguramos que no nos arrastre demasiado la corriente en el cruce hasta el canal Petrel.

Ingresamos al Petrel pegadito a los juncos de las islas Lucia y remamos lo más pegado posible a la costa para evitar la corriente. A las 11.35 hs estamos en la punta norte del canal Petrel, con M García a la vista y el rio  tranquilo con muy poca ola. Apuntamos a Timoteo ya que la corriente hace  el resto del trabajo. A nuestra derecha se ven varios kayaks acompañados por Prefectura con moto de agua y semirrígido. A las 12.24 hs llegamos a la playita del CANE fueron 51 km en 7 horas con un promedio de 7 Km/h.


Sabíamos del pronóstico por lo tanto apuramos todo lo posible el arribo para ganarle a la sudestada, el WindGuru anunciaba viento fuerte a partir de las 14 hs.

Los grupos chicos son mucho más rápidos que los numerosos, sabemos que la velocidad del grupo es la velocidad del más lento y eso a veces atenta contra la seguridad,  cuando son muchos, siempre hay algún despistado que se olvida algo va despacito o para a cada rato.

Si bien no podemos de ninguna manera culpar a la Prefe por el retraso de los grupos en la salida en Escobar, es bien sabido que si salían temprano, con el rio a favor como estaba, la mayoría de los palistas no tendrían problemas con el  viento. Saliendo a las 6,30 de la mañana ya con luz de día, estarían arribando a las 14.30 (tardando 8 hs) y no serían afectados por la sudestada.



Ya en la Isla la preocupación se centró en las condiciones del Canal Buenos Aires. Arrancó a las 15 hs de jueves aproximadamente, un viento cada vez más fuerte del SE
Se formaban olas muy grandes en el eje del canal y había un montón de kayaks que trataban de llegar como pudieran....PNA asistiendo con el semirrígido y la moto de agua, pero volcaron tantos que no daban abasto. Con los prismáticos desde el muelle buscábamos  a los distintos grupos y siempre aparecían más y más en el horizonte. En un momento dado el semirrígido quedo varado a 100 metros de la costa y fueron los kayakistas más habilidosos, que ya habían llegado, pero aún estaban en el agua, los que

tuvieron que ayudar a empujar. Importantísimo el trabajo que tuvo que hacer la gente de Prefectura, estaban con la ropa beige de calle y bajaron del gomón a empujarlo para luego seguir rescatando botes, totalmente mojados y con viento de más de 25 nudos.
Era tal el viento, que apoyando  los prismáticos en el muelle de cemento,  se movían de tal manera que no podía  contar los botes que formaban cada grupo en el canal, por momentos se veía algún bote volcado y la lancha que iba en su ayuda, lo cargaba y arrimaba al muelle. Una sudestada rara, el rio estaba muy bajo, no se podía navegar pegado a la costa a riesgo de quedar varado, el agua comenzó a entrar muy fuerte con grandes olas y arrastraba todo hacia Timoteo o directamente rumbo a Carmelo.
Como si fuera poco, a las 17 hs aprox.  desde un velero piden ayuda por  vuelco con hombre al agua. Automáticamente ante la gravedad del asunto tanto el semirrígido como la moto de agua desaparecieron de nuestra zona en ayuda del velerista, luego supimos que no paso a mayores y la preocupación se centró en los palistas que no pudieron cruzar y quedaron a mitad de camino en las islas Oyarvide.
Como sabemos las Oyarvide con sudestada son solo agua juncos y pequeños árboles que sobresalen del agua, no hay tierra firme, es imposible acampar a menos que tengamos una  hamaca o nos quedemos arriba del bote, y si ya es de noche tampoco podemos volver, lo más cerca es Boca Falsa pero de noche y con sudestada es muy peligroso, se forman grandes olas en el Petrel y hay que cruzar el Barca Grande también con olas importantes.

Noche muy movida para los integrantes de PNA llega un palista de noche y manifiesta que sus dos compañeros intentaron el cruce y los perdió de vista...y no llegaron.
Uno fue rescatado por el helicóptero Dauphin PA-43  el día viernes a la mañana al norte de la  Isla y el otro, por suerte apareció en Carmelo, sobre la costa Uruguaya, llegó nadando y sin el bote. Que importante que es tener chaleco....
Viernes a la mañana  el PA-43 sobrevolando todas las islas aledañas, Oyarvide, Timoteo, Lucia etc. 

El guardacostas Mar del Plata  GC-64 trae combustible para reabastecer a los dos gomones y las otras dos lanchas tipo Alucat más las motos de agua. El viento no cede sigue entre 20 y 30 nudos el rio creció a más de 2.5  m  sobre el cero y las olas salpican la parte alta del muelle y el mirador.
Hacemos el despacho en Prefectura con intención de salir mañana  temprano (sábado) pero todo queda supeditado al estado del Rio.
Sábado a las 06.00 de la mañana me acerco a la costa y sigue el viento, no está demasiado áspero pero hay olas grandes en el medio, la Prefe no nos deja salir hasta nuevo aviso. A las 08.00 se autoriza la salida de un grupo, preparamos todo y a las 8.30  estamos remando rumbo al canal Buenos Aires,
Somos 4, Clari el Chelo el Fletero y yo, todos en franky
Primero rumbo al NO luego apuntamos a la parte norte del canal Petrel, nos separamos totalmente del resto ya que todos se fueron rio abajo con la corriente, parecía que apuntaban a la mitad de las oyarvide, nosotros manteníamos el rumbo clavado en la boca norte del Petrel.
Las olas son cada vez más grandes pero el franky va barrenando espectacularmente, realmente disfruté el cruce. Nos quedamos todos juntos a no más de 20 o 30 metros bien a vista y cada uno barrenaba cada ola como más le gustaba. Venían de popa eran altas de 1  a 1.5  metros, pero no rompían   en algunas barrenadas quedo registrado en el GPS 13 Km/h  y eso que vamos en contra de la corriente solo a favor del viento.
Llegamos al Petrel sin novedad, al rato llegan los que salieron antes y vinieron por la izquierda, escucho comentarios de varios vuelcos y veo botes sobre el guardacostas. Luego por radio escucho que cerraron el puerto no sale más nadie.
Parece que fuimos ratita de laboratorio, “Nos largaron  para ver cómo era el cruce...!!” después  se resuelve si sale el resto. Por lo visto la tanda que salió detrás nuestro tuvo muchos problemas, los arrearon nuevamente a puerto y cerraron la salida.
Ya en el Canal Petrel la remada fue muy relajada, estaba casi planchado y bajaba como cinta transportadora.  Recorrimos los pozos del Barca bien por el medio, para aprovechar la corriente y llegando al Miní se puso movido nuevamente, incrementó la velocidad el viento y entramos a barrenada pura. El franky como siempre se comporta en forma impecable con ola, al tener el casco redondo no escora, sube y baja como una boyita y toma velocidad en cada pendiente de la ola, ya con velocidad solo hay que apoyar la pala de canto y hacer timón para que viaje derecho a más de 12 km/h durante 10 o 20 segundos, luego tomamos la ola que sigue y así llegamos al Diablito.
En este cruce le sacamos un campo de ventaja a un  grupo de kayaks que venían adelante nuestro, se fueron a la derecha para acortar camino y quedaron boyando en la ola a merced de la sudestada que los manda a los juncos.
 Lo conveniente en este caso fue pasarse un poco de la entrada del Miní y luego doblar a la derecha y entrar con ola y viento de popa, surfeando.
Recorrimos el arroyo, estaba apenas en contra y salimos nuevamente a rio abierto. Estamos en Bajos del Temor rumbo a Punta Moran con ola por la aleta y viento del SE de 12 a 13 nudos. La ola es muy corta vienen muy juntas se mezclan y forman pequeños escarceos que molestan bastante y no sirven para barrenar, hay que bajar la cabeza remar y callarse la boca.
En Punta Morán se pone más movido, no son olas, es un movimiento de batido parece un lavarropas, apuramos la palada para salir de ese lugar, es incómodo y cansa bastante.
La técnica consiste en viajar por arriba de los juncales, hay mucha agua y cuando la ola llega al juncal se calma y vamos muy rápido, si salimos a la ola el bote se cruza y hay que remar solo del lado izquierdo para meterlo en rumbo nuevamente, por lo tanto a “pisar palitos” hasta llegar al Aguaje del Durazno.
Entramos al Aguaje, el viento desaparece por completo, a nuestra derecha está completamente tapado por camalotes, por lo tanto nos mandamos a la otra margen y así lo remontamos hasta llegar al muelle donde siempre paramos a comer a la vuelta
Durante el almuerzo se acoplan al grupo cuatro kayaks más, que no conocen el camino a Escobar y quieren que los guiemos por lo menos hasta el Paraná.
Salimos los 8 palistas ya con la panza llena y con la parte más difícil resuelta, el Paraná no es problema porque ya lo conocemos, en el entrenamos con sudestada y hasta me animo a decir que está en la condición ideal para remontarlo con facilidad.
Entramos a la izquierda por el Capitancito y luego de un par de curvitas estamos en el Paraná de las Palmas a la altura del Km 56 tenemos que llegar al km 71.5 así que a pegarse bien a la costa, bajar la cabeza y darle para adelante…..
Nuestros nuevos cuatro compañeros no aguantaron el ritmo, en una paradita los esperamos y expliqué como cruzar frente al Club, ya no se pueden perder y querían ir a un ritmo más tranquilo.
Seguimos remontando, vimos como un barco fondeaba y hacia la maniobra de tumbado (viene de bajada y vira quedando de frente a la corriente con el ancla en el fondo)
Cuando pasamos por el La Serna, nos sacó a babor (al medio) casi 50 metros, salía agua como de una represa. Por radio escucho a los capitanes de barco que la bajante es muy violenta y deben fondear para esperar marea nuevamente. El pronóstico anunciaba viento rotando al SO con intensidad de 25 nudos y ráfagas de 35 nudos, cosa que nunca ocurrió. Llegando al Km 69 bajo mucho la visibilidad desapareció el sol de frente y se instaló una llovizna que anunciaba un cruce difícil. Pero así como vino se fue la llovizna y cruzamos sin novedad y muy poca ola frente al Club a las 18,35 hs

Desembarco, aviso a L5R de nuestro arribo por radio y a tomar unos mates con la gente que estaba en el Club. Somos los primeros todavía no llegó nadie, una horita más tarde llegaron los amigos de Necochea que habían compartido un tramo del recorrido de vuelta con nosotros. A acomodar todo pegarse un baño y solo resta llamar por teléfono a L5P para avisar del arribo ya que desde Escobar nunca les avisan y después nos llaman por teléfono a la madrugada.

Como se puede ver en este relato, si respetamos las condiciones meteorológicas cumplimos con los tiempos programados y estamos con el entrenamiento físico y mental para la travesía, no se presentan problemas. Es muy importante el estar en contacto con el rio los días de viento y ola frente al Club, en grupo y con palistas experimentados que nos den toda la confianza ante un vuelco, de esa manera aprendemos a manjar situaciones complejas de viento de sudestada y cuando nos toca sabemos bien que es y qué hacer. Vi palistas volcados en el Canal Buenos Aires con el mismo tipo de ola que se forma en el Paraná cuando sopla del SE, la famosa ola de contracorriente y eso solo se aprende si salimos de la “zona de confort” y practicamos.